Después de la evaluación puede invitar a los participantes a reflexionar sobre el resultado del proceso.
La reflexión tiene un carácter filosófico y se puede hacer:
- con todo el grupo en un círculo.
- en equipos de dos o cuatro; luego en grupos.
- como una tarea individual presentada al grupo.
La forma de reflexión depende del docente ,del nivel de los participantes y del tiempo disponible.
Algunas sugerencias de preguntas:
- ¿Cómo pueden influir en tus futuras experiencias los nuevos conocimientos?
- ¿Quieres saber más? ¿Sobre qué te gustaría saber?
- ¿Cómo puedes utilizar tu nuevo aprendizaje?
- ¿Estás pensando en una tarea que estás haciendo?
- ¿Qué significa para los demás el que aprendas una habilidad?
- ¿Qué significa para ti conocer a alguien con conocimiento?
- ¿Cómo juzgas tus experiencias, conocimientos y acciones?
- ¿Cómo juzgas las experiencias, conocimiento y acciones de los demás?
- ¿El juicio que tienes es flexible o se convierte en una realidad?
- ¿Qué papel juega la incertidumbre en lo que aprendes y experimentas?
Reflexionar, especialmente en un contexto grupal, aumenta la motivación intrínseca para adquirir conocimientos y posteriormente aplicarlos durante la realización de una tarea. Motiva a los participantes a seguir aprendiendo. La reflexión estimula a los participantes a visualizar la coherencia y conexión entre el conocimiento y sus propias experiencias diarias. Al intercambiar esta reflexión entre ellos, los participantes experimentan sus propios juicios y los de los demás además del efecto que tienen en ellos mismos y en los otros. Todo esto crea una oportunidad para incrementar la solidaridad con usted mismo y con los demás.